jueves, 14 de marzo de 2013

Nota sobre las críticas de algunos a la Iglesia Católica.

He visto mucha crítica en contra de la Iglesia y el Papa, pero curiosamente la mayoría de los que critican ni siquiera son católicos, si se hicieran los cambios que EXIGEN igual no los afectaría.


 Mucha crítica sobre el ORO del Vaticano, como si lo hubieran aportado ellos para elegir qué hacer con él, y ni siquiera manejan cifras sobre los aportes monetarios de la Iglesia internacional. Si la Iglesia pide o no plata, se la pide a los Católicos, no a los demás, que no dan ni los $3 que sobran en el supermercado porque los empresarios "lucran con tu vuelto" o "evaden impuestos".


 Mucho comentario sobre corrupción y transparencia, como si los Cardenales y el Papa fueran elegidos democráticamente por todos los demás países y recibieran un sueldo fiscal.


 Mucho mito, mucha desinformación, mucha patudez, mucho weón metido donde no lo llaman. 


No se puede negar que haya problemas, ni que haya cosas que mejorar, pero en ambos casos a mi entender solo hay 2 grupos de personas que pueden meterse:


1.- Los Católicos


2.- Los No-Católicos afectados directamente por alguna acción de la Iglesia.


Lo demás, es challa.


En resumen,


 VÁYANSE UN RATITO A LA MIERDA


 y de vuelta me pasan a comprar una Coca-Cola.


 Y si es Light se me devuelven los mecas.